El Burro Influencer y la Maldición del Like 🐴📱😂
En un pueblo donde las vacas chismeaban y los gallos tenían horarios sindicalizados, vivía un burro llamado Pancracio. No era un burro cualquiera: soñaba con ser famoso en redes sociales.
—¡Voy a ser el primer burro influencer! —decía con orgullo, mientras se tomaba selfies con su hocico chueco.
Así que convenció al gallo para que le tomara fotos con fondo de amanecer, le pidió a las gallinas que lo grabaran haciendo el “baile del burro sabrosón” y hasta intentó hacer retos virales, como saltar cercas (falló estrepitosamente y quedó atorado en un alambre).
📢 Pero un problema surgió… NADIE le daba like.
Pancracio entró en crisis existencial.
—¿Será que no soy fotogénico? ¿O el algoritmo me odia? 😭
Desesperado, decidió tomar medidas extremas. Fue con la lechuza, la más sabia del pueblo, y le preguntó:
—¿Cómo hago para que me den más likes?
La lechuza, con su mirada de "a este ya se le safó un tornillo", le dijo:
—Publica algo impactante… pero con inteligencia.
Como Pancracio solo entendió “impactante”, al día siguiente se disfrazó de unicornio y fingió que volaba desde el techo del establo. Resultado: video viral… pero terminó con un yeso en cada pata.
Con el hocico vendado y la dignidad en el suelo, aprendió la lección: Ser famoso no vale la pena si terminas como un burrito enyesado.
Desde entonces, Pancracio se dedicó a hacer contenido más relajado: tutoriales de “cómo masticar pasto con estilo” y “cómo hacer rebuznos con flow”.
Y así, se convirtió en el burro más famoso de las redes… y el primero en conseguir una colaboración con una tienda de zanahorias gourmet.
Moraleja:
Si quieres ser influencer, mejor usa la cabeza… ¡y no el lomo para aterrizar! 😂📱
No hay comentarios
Publicar un comentario