La Bandera Rebelde: Cuando la patria decidió volar.
Cada 24 de febrero, en todas las escuelas de México se rinde homenaje a la Bandera Nacional con actos solemnes, discursos emotivos y… accidentes inesperados.
En una primaria de barrio, todo estaba listo para la ceremonia: la escolta de gala, los alumnos con su mejor cara de “me encanta estar en el sol a las 8 de la mañana” y el director ensayando su discurso sobre el honor y la patria. Todo iba según el protocolo, hasta que llegó el momento crucial: izar la bandera.
El alumno encargado, con una expresión de concentración digna de un piloto de Fórmula 1, jaló la cuerda con fuerza y determinación. Todo parecía ir bien, hasta que… ¡la bandera decidió independizarse! En un inesperado giro de los acontecimientos (y gracias a un nudo mal hecho), el lábaro patrio se soltó y emprendió un vuelo épico, elevándose con el viento como si quisiera formar su propio país en las nubes.
Los alumnos aplaudieron como si estuvieran viendo el final de una película de acción, mientras los maestros entraban en pánico. La bandera, fiel a su destino glorioso, aterrizó en el techo del salón de sexto grado, donde quedó atrapada como un trofeo de guerra.
Después de una breve junta de crisis entre los profesores, el maestro de educación física (héroe nacional del día) tomó la valiente decisión de trepar al techo. Con la agilidad de un gato ninja, pero con los pantalones de vestir a punto de declararse en huelga, logró recuperar la bandera entre vítores y aplausos del alumnado.
Desde entonces, en esa escuela revisan tres veces los nudos antes de izar la bandera… y han considerado darle un seguro de viaje por si decide volver a escapar.
— Una historia patriótica de la sección ‘Noticias para reir’.
#24deFebrero
#DíaDeLaBandera
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